1 Y 2 SAMUEL
Bruno Valle y Verónica Mendoza
Estos libros, a criterio de especialistas, guardan una riqueza literaria enorme, llegando a lo artístico. La tradición, agrupa Samuel y Reyes en un solo volumen, y se atribuye a Samuel su escritura por parte de los masoretas. Se colocan estos libros en la sección de los Nebiim, dando énfasis al fenómeno profético antes que a la institución real, pues esta última hacía tiempo que había desaparecido.
Samuel es transitivo entre Jc. Y R, porque hablan del final de la época de los Jueces, iniciando la de los reyes. Pero es notable la UNIDAD TEMÁTICA entre los libros de Samuel y Reyes. Podemos inferir que el enlace entre las historias de Samuel y Reyes, es el mismo David, cuya historia cierra 2Samuel, y abre con su muerte 1R. Dando así la idea de que se trata de una sola historia redactada artísticamente. Esto solo puede notarse cuando hacemos una lectura de la macroestructura de la obra, a diferencia de una lectura seccionada, que valora las escenas solo de forma individual. En este caso, lo que proponen Christofe Nihan y Daby Nocquet, es muy verosímil en la comprensión de esta gran historia monárquica del pueblo Israelita.
Algunos investigadores consideran una escritura Pre- Dtr para S, siguiendo
la idea de M. Noth, sobre todo por el “leitmotiv” que domina la obra de Samuel.
Sustrato Dtr en S
El retoque editorial Dtr es muy poco en la obra de S. pero según
especialistas, este retoque intenta legitimar a S como único profeta de Yahvé
para el pueblo de Israel, lo cual, así como en el caso de David, sería una
intención propagandista del personaje de S tan influyente en esta historia.
Lo cierto es que los especialistas no logran estar de acuerdo en los
diferentes sustratos Dtr de S, ni en fecha, ni en editores Dtr, es decir,
cuántas corrientes Dtr participaron en la redacción editorial. Sin embargo, no
se objeta, bajo ningún punto de vista, la presencia de esa escuela Dtr en esa
obra.
Después de tantos años de estudios y propuestas sobre esta escuela Dtr, es
muy claro que la punta de la madeja jamás será encontrada, pues siempre habrá
diferentes opiniones, argumentos y conclusiones que difieran entre sí. Aunque
siempre es válido el estudio del texto y todas las propuestas que puedan
aportar un poco de luz sobre el tema, el estudio diacrónico del texto y la
escuela Dtr seguirán aportando ideas inconclusas, que aporten un poco de luz, o
nos dejen en más oscuridad sobre el tema.
Temas y cuestiones clave
No hay duda que la historia que presenta S corresponde a la construcción
histórica de la nación de Israel, es decir, estamos frente a tradiciones que
van dando forma a las características de una nación, cuyo soporte, será la
obediencia a la ley de Dios, y para esto, dos personajes son fundamentales en
esta construcción: Samuel y David.
Samuel es la transición entre la dirección de los jueces y la monarquía,
pero además representa esa conexión que tiene el palacio con Dios, con lo
divino, así que, aunque la gobernatura de Israel no será propiamente
teocrática, Dios es el fundamento de la nación.
David como personaje, representa esa obediencia a las leyes divinas, y
esto mismo le vale que su dinastía sea establecida como perpetua, aunque no
soportó sino hasta la deportación.
Saúl es “el anti héroe”, por ser todo lo contrario de lo que Dios espera de un rey, mientras que David, es el monarca conforme a su corazón. Esta historia construida alrededor de David, colocándolo como dechado de obediencia, evidentemente es la intención propagandística para legitimar su reinado y el de su descendencia. Además, se coloca sobre él, un sello muy importante: aprobado por Dios, por lo tanto, legítimo.
Reyes
En el caso de este libro, tenemos algo parecido a S, en cuanto a la
redacción, separación en dos, los diferentes retoques editoriales con fines
específicos, etc. Podemos destacar, que la inserción de las historias de
profetas, como Elías y Eliseo, es lo que permite situar esta obra, de carácter
histórico, en la sección que los judíos denominaron “PROFETAS ANTERIORES”, sin
que necesariamente sea un libro profético, pero la sola presencia de estos
personajes, dio la base para esta designación.
Cabe destacar que la inserción de Is.36-39 en 2R.18-20, también es otro detalle que contribuye a la clasificación de R como parte de los profetas anteriores, sin mencionar que la presencia del profeta canónico Isaías, es representativa de del conjunto de todos los profetas del AT.
Por otro lado, es importante destacar que R no es un tratado histórico propiamente dicho. Es más bien una historia con fines moralizantes, una historia que interpreta los hechos ocurridos en la monarquía y el pueblo, de manera teológica. A la vez, se trata de una justificación de la caída de Israel y Judá, con base en la desobediencia.
Géneros literarios y proféticos
Los profetas utilizaron deferentes formas de discursos para anunciar sus mensajes: profecía de salvación, de desgracia, los relatos. No se puede etiquetar el mensaje profético en un solo perfil, más bien, debería verse en él la intención de comunicar el mensaje divino, de la forma en que fuera más eficaz.
Conclusión
Podemos decir que “las circunstancias producen la literatura de cada época”. En el caso de los profetas no es nada diferente. Estos escritos corresponden a situaciones específicas, instancias que probablemente jamás entenderemos, pero que sí podemos sospechar. Aunque de cualquier forma, nos ha quedado esta herencia literaria en la que podemos invertir mucho tiempo de enriquecedora investigación.

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